En nuestra empresa hemos implementado tecnología punta para la reducción de tamaño de la chatarra metálica.
En nuestra empresa, la inversión en tecnología punta es un pilar fundamental de nuestra operación en la chatarrería. Reconocemos que la innovación tecnológica no solo impulsa la eficiencia y la productividad, sino que también nos posiciona como líderes en el sector.
Cada aspecto de nuestra infraestructura está diseñado para maximizar la eficiencia y minimizar el impacto ambiental.
Buscamos estar a la vanguardia de las mejores prácticas industriales y cumplir con los estándares más exigentes de calidad y seguridad.
Por tal motivo hemos adquirido un nuevo equipo capaz de reducir el tamaño de todos los desechos metálicos que llegan a nuestra empresa, desde los mas pequeños hasta otros grandes como un coche.
Reducir el tamaño de los metales en una chatarrería es esencial por varias razones que mejoran la eficiencia y la rentabilidad del negocio:
Ahorro de espacio: Los metales ocupan mucho espacio, especialmente en su forma original, como grandes piezas o estructuras. Al reducir su tamaño, se puede almacenar una mayor cantidad de metal en el mismo espacio físico.
Facilita el transporte: Los metales más pequeños son más fáciles de transportar. Reducir el tamaño de los metales facilita su manipulación y transporte dentro y fuera de la chatarrería, lo que puede reducir costos logísticos y de envío.
Mejora la manipulación y el procesamiento: Los metales más pequeños son más fáciles de manejar y procesar en comparación con grandes piezas. Esto puede hacer que las operaciones dentro de la chatarrería sean más eficientes y rápidas, lo que a su vez aumenta la productividad.
Mayor valor comercial: En muchos casos, los metales reducidos en tamaño pueden tener un valor comercial más alto que los metales sin procesar. Esto se debe a que los metales triturados o compactados pueden ser más fáciles de fundir o reciclar en nuevos productos, lo que les otorga un valor agregado.
Reducción de costos de fundición: Al reducir el tamaño de los metales, se requiere menos energía para fundirlos. Esto puede resultar en ahorros significativos en los costos de energía y, por lo tanto, en los costos de producción en general